
Con el permiso de una eterna amiga me sirvo compartir las reflexiones de esta joven señora que ha desarrollado la extraordinaria habilidad de vivir plenamente. Con los mejores deseos.
"A mis amigos que siempre están cerca:
Qué año lindo éste para mí. A ratos me parece que no estoy haciendo nada. Pero es que como me dijeron un día: “Es que no tienes a quien darle cuentas. Entonces te parece que no trabajas. O sea en este momento tienes la opción de trabajar siempre divirtiéndote. En lo que te gusta”. Parece que jamás había trabajado sin dar cuentas -creo que desde que tengo uso de razón…- ¡Qué maravilla. Les recomiendo a todos la jubilación ¡Es súper…sobre todo poder mover el horario. Eso para mí es lo máximo.
Estoy dando clases de guitarra, tengo un hermoso trabajo comunitario maximizado con mis encargos nuevos de delegada de la palabra y ministro de la comunión, ando en misión… quehaceres de mi casa, cuido un nieto, que es misionero ahora conmigo, cuando nos toca, -qué le queda-. Hago mil trabajos de computadora encomendados. Me he vuelto una experta (óigase: me he vuelto una experta para los que tengan que ver con esta novedad); y más..que no sigo diciendo que se van a cansar nada más de pensar qué hago. Porque yo sigo tan cansada como siempre, claro…entonces ¿para qué este nuevo tiempo? Para ser dueña de mí. ¡Qué oportunidad!
Pero dueña de mí, con trabajos o sin trabajos: …llega el fin de año y no tengo más que recordar las personas especiales que estuvieron presentes en un momento o en muchos momentos y los hicieron tan impactantes y sensibles para mí, que se quedaron para siempre conmigo.
A veces los encuentro, a veces no los veo en meses, pero siguen tan cerquita, aunque no les escriba tanto o a veces les escriba y no me contestan o no paremos de escribirnos…o me llamen por teléfono un buen día.
Y para eso llega la Navidad, para que en la distancia física volvamos a hacernos uno en el Nacimiento del Niño Jesús. Para que yo diga desde aquí ALLI ESTÁ mi amigo: lo vi en la tele, me contaron que está haciendo…, me lo encontré el otro día, me mandó un correo hermoso… (¡Oh! El mundo se vuelve pequeño pero grande por la amistad)…
Pues eso, llega la Navidad, y de nuevo el Niño Jesús cuestionándonos: que si nuestra armonía interior, que si el amor, que si la integridad, que si la sencillez, que si nuestro compromiso por el mundo, que si el cariño, ternura y perdón para todos, que si ser luz para alumbrar las naciones…que si amar nuestros trabajitos,…que si recordar agradecer siempre todas nuestras posesiones pocas y muchas…
Que el Niño Jesús que nos propone tales cosas les dé cumplimiento en nuestras vidas.
Y que el Niño Jesús llegue a cada uno de ustedes y remueva su corazón con su paz y bendición. Que las pajitas de ternura, de inocencia, de Dios-Niño, se entretejan y hagan pesebre en su corazón para darles toda la felicidad que puedan tener en este año, con sus familias, con ustedes, con el mundo. Y esa felicidad la transparenten a todos sus prójimos y prójimas.
Con mucho cariño y cariño por siempre,
Querube Esther"
Si quieres conocer más de Querube, puedes leer su testimonio:
http://www.uca.edu.ni/diakonia/Documentos/Diak_125%20Marzo%202008/Se%F1or%20soy%20Querube%202008%20N%BA%20125.pdf