jueves, 18 de diciembre de 2008

Y me la regaló Dios, mirá!!!

¿No sé cómo? ¿Ni para qué? Sólo sé que sentado en el bus de Panamá Viejo ruta 2, y con calor inmenso, repito la frase constantemente: Y me la regaló Dios, mirá!
Tiene poco menos de 1 metro y parece que su tamaño favorece la llegada de sangre y oxígeno al cerebro puesto que es más inteligente que tío conejo y más hábil para comunicarse que cableado de fibra óptica. Aún más sorprendente es su energía, es un motor modificado de esos que hablan los pelaos: mucha potencia a bajo consumo ¿Pero por qué pienso en ella como un regalo? Aquí sustento algunas tesis.
Hace las hojaldres más ricas del mundo! Es domingo, bien temprano en la mañana, estamos como persozitos y para rematar se me ocurre hacer unas hojaldres, pero mi regalito quiere participar. Me tengo que mudar de la cocina a la sala para que ella me pueda ayudar. Iniciamos harina, agua, sal, azúcar, baking powder "bakinpoda", mantequilla y un poco de aceite. Ella no se detiene virtiendo los ingredientes en el bowl. Empezamos a mezclar, pero ya no quiere mi participación, le gustó el contacto con la masa.. Jajajajaaja Ya yo sólo hago reír y aguaitar. Lo mejor fue convencerla que a las hojaldres hay que dejarles reposar para uno poderlas estirar... Me tomó tiempo, creatividad y algo de trabajo muscular. Al final disfutamos unas hojaldres algo corticas, gorditas y sabrositas entre risas
Mi hija es buen diente y la verdad disfruta cada momento que la vida le regala, ojalá yo aprendiera más rápido. Cada fin de semana que paso con ella es una oportunidad para crecer. Eso lo aseguro. Viejo estoy y al café duro le doy, ya mi regalito conoce mi debilidad, y aunque el café no le gusta, le gusta olerlo antes que yo lo beba y hasta me lo recuerda en el desayuno. Lo más rico es verla olerlo con satifacción pero a la hora de invitarlo a probarlo siempre se niega.

Labiorosa en la casa y en el trabajo es. No duda en emprender cualquier tarea y reto y mientras más difícil es, siento que más apremio le da. Me sorprende sinceramente. Desarma, atornilla, pega, inventa y propone soluciones... Hasta el carro me ha ayudado a lavar y pisa el freno y aceleradador. Incluso ya sus buenos paseos por el barrio da con el timón en la mano y yo sólo manejo los cambios. Lo principal me corrige. Nunca olvidaré sus correcciones con relación a mis errores de concepto: Papá no "niña" ella "guaguao"; yo "niña". Al yo llamar a la mascota de una apreciada amiga a quien llaman "niña".

Si hablamos de comunicación. No hay quien le gane. Y lo resumo en dos (2) escenas: 1) Parque Omar en horas de la tarde llegamos solos y salimos revueltos, jajajajaa!!! Hizo miga con un pareja de hermanitos y a todos lados iban y venían. Llegamos solos y ya éramos cinco y un poquito más porque la madre de la pareja de hermanitos ya estaba encargo. En poco menos de 4 horas de compartir ya intercambian juguetes y se olvidaron hasta de los dos vejes. Lo más insólito es q a Calidonia fui a parar porque mi regalito quería a sus "hermanitos" llevar! Con un poco más de edad pedirá números de celular y la información domiciliar. Rico fue saber y sentir que hablaban hasta el mismo idioma. 2) Escenario: McDonald´s Río Abajo, luego de la clase sabatina de baile. Ella comía de su cajita feliz y correteaba entre los juegos. Llegan una niña junto a su madre. La niña tiene el mismo juguetito y empieza la acción. Acto 1 Intercambio de risas, juguetes y hay correteadera entre los juegos. Acto 2 Se mudó!! Tomó su cajita feliz y a la mesa fue a parar no sin antes al papá invitar. Por Dios, de Naciones Unidas parece!!! Y allá en la mesa ajena -y con madre también- comimos y reímos. Y no dejó cuentos para contar. Ella todo lo dijo: Hasta como su padre me presentó a una apenada joven madre.
¡¡¡Mirá que es un regalo de Dios!!!

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