lunes, 24 de noviembre de 2008

Sumas y restas!!! (notas inconclusas...)



Sumas y restas. El balance eres tú. Especialmente en la Ciudad de Panamá vivimos una situación de extrema vulnerabilidad ante la inseguridad y la violencia, mucha de ella atribuida a nuestros jóvenes por lo que frecuentemente olvidamos sus éxitos como la creación de una amplia red social de apoyo y una “subcultura” con mucho potencial.

Tengo 33 años de edad y un hermano menor, con poco menos de 23, sin embargo, cuenta con una “conexión” de apoyo amplia que va desde poner un equipo de sonido hasta la obtención de financiamiento bancario ¿A qué se puede atribuir esto? No dudo en atribuirlo a sus conexiones solidarias. A lo que me refiero es que el uso de medios de comunicación (internet y telefonía celular); la popularización y producción mediante de la TV/ radio de géneros musicales y espacios creados por ellos, los jóvenes; así como los nuevos estilos de trabajo (enclaves modernos -no tan buenos- como los “calls centers”) han ayudado a reforzar esa estructura –transparente- que impulsa también el desarrollo: el llamado capital social. No obstante, este último no ha sido tan aprovechado por la sociedad o es que quizás ésta –al menos sus líderes- no es consciente de éste.

Mucho del éxito de nuestros jóvenes hoy en día se percibe en frases como “que bueno verte y saber que estás bien”, como recibe un amigo a mi hermano mientras hacíamos mandados en el área de Juan Díaz o el simplemente decir: “friend, quiero hacer, conoces… “, es decir hablar y comunicarse. Al “parquear” con mi hermano y sus amigos, me identifiqué mucho con mis años mozos, sin embargo, también sentí que a lo que a mis “shottas” nos separó a ellos los une: el trabajo. Mientras entre la mayoría de mis pares la necesidad era la de obtener trabajo y familia, lo que reforzaba la individualidad del éxito. En estos jóvenes, la prioridad es que sus compañeros y pares estén bien. Esta cosmovisión socializa el éxito, lo comparte aunque sea temporalmente. ¿Pero será un problema esta prioridad? Aparentemente, no. Sin embargo, es señal de un cambio en la cultura: ¿tendremos menos familias y éstas serán menos numerosas? ¿Y aumentarán en el número de madres solteras? ¿Aumentarán la cantidad de gente que elige la soltería? ¿Significará más plata para los psicólogos? (jijijijiii!!!) ¿Estaremos preparados para esta transición que afectará incluso nuestra estructura demográfica?

Otro gran éxito tácito es la gran cantidad de “actividades sociales” en las que se ven envueltos los une ¿éxito de las gerencias globales de recursos humanos? O simplemente ¿éxito de crear una nueva identidad con palabras y conceptos que sólo son entendibles para ellos, y en menos de una generación?

Ojo. Más que manos duras, suaves, cremosas o con guantes tenemos que entender a los jóvenes de hoy en día. Vienen los políticos con sus propuestas, pero hay que escuchar a los jóvenes. Tienen mucho que decir. En no pocas ocasiones juzgué -y bien fuerte- a mi hermano por sus acciones, pero en realidad ahora creo que él ha aprendido mucho -y mucho más rápido- sobre el mejor trabajo: vivir y convivir.

Restas. 5am de la mañana. Me levanto súbitamente de la cama, 3 jóvenes con poco menos de 19 años de edad discuten a toda voz entre sí. Uno exclama: Tírale, tírale, tírale! Mientras que el otro más parco le advierte que están fuera del alcance. El tercero, y armado, maldice y jura que “fallan y eso me molesta”; que “se cue…ron y eso se paga” Así inician 3 jóvenes el día viernes 14, mientras se pierden entre los edificios.

Llego con mi hija, mientras camino por el estacionamiento, tres conocidos del barrio –ya no tan jóvenes- argumentan sobre posibles nuevas adquisiciones. El más viejo de ellos, al verme, detiene la preparación su cigarrillo especial - le advierto: “huev.n te vas a morir o te matan” se hecha a reír y sigue su conversación: “estoy recogiendo para una 380. La quiero negra”. Mientras el más joven de todos –buen futbolista, por cierto- les enseña la personal. El tercero - quien sólo referencio de vista- aporta: Lo importante es que sea automática.

Hace poco le roban a la esposa de mi hermano de balcón, escalera y crianza –en la parada y a mano armada amenazan al fruto de su amor- con tan sólo 4 años, un arma apunta a su cabeza, y experimentamos todos lo vulnerables que somos. A pesar, de la reacción fue lenta para dar con el tipillo –que por malo que suene- era ratón de casa. Uno de ellos está preso, luego de poco menos de 1 mes y de que la policía se puso las botas, realizando operativos encubiertos, rondas y dando señal de vida en nuestras calles y veredas.

El acceso a armas en los últimos años se ha incrementado de manera preocupante. En gran parte por el aumento de drogas en la calle quienes a los adictos los lleva a delinquir por un poco de paz.

Lo peor es que aparentemente hay una complicidad de los medios quienes premian con tiempo/aire la genialidad de los perpetradores que cualquier cantidad de acciones, actividades y eventos culturales, sociales o académicos. La verdad, estos últimos no venden. Se critica mucho a la prensa escrita de “amarillistas”, sin embargo, la tele nos tiñe de sangre la vista y ensordece con las constantes balaceras hollywoodienses y locales.

Si realizamos un examen superficial de las horas televisión podríamos observar que diariamente hay más de 5 horas diarias de novelas; 4 de películas o series de acción; 3 de noticias (realmente es poco menos de 1 hora), salvo algunos casos la TV local no ofrece muchas opciones.

1 comentario:

Querube dijo...

Como creí que sólo estaba en el blog de tu hija..me sorprendí, bien sorprendida. Gracias por ese análisis sumas y restas...que es una esperanza sobre entender. Porque quizás la respuesta es ésa: ENTENDER, ver en positivo la novedad juvenil, para no seguir imponiendo nuestras respuestas viejas, aunque tengan 33 años, sino los nuevos caminos. Con el tiempo nos daremos cuenta, seguro, que fueron caminos nuevos para una CAMBIO DE EPOCA...para una era nueva que los jóvenes nos tratan de mostrar.